jueves, 17 de julio de 2014

XLVI Reunión de Cante Jondo 2014, la Puebla de Cazalla

Entre italiano y flamenco, ¿cómo cantaría aquel Silverio? La densa miel de Italia con el limón nuestro, iba en el hondo llanto del siguiriyero. Su grito fue terrible. Los viejos dicen que se erizaban los cabellos, y se abría el azogue de los espejos. Pasaba por los tonos sin romperlos. Y fue un creador y un jardinero. Un creador de glorietas para el silencio. Ahora su melodía duerme con los ecos. Definitiva y pura ¡Con los últimos ecos!

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